Conoce el Club
Su filosofía y su razón de ser, las personas que lo dirigen y las que colaboran para que todo esto funcione(especialmente los que conforman la parte técnica), la estructura de los equipos, las normas y protocolos internos, y cuáles son tus derechos y obligaciones como miembro del Club.
Colabora con el Club
Para que el Club funcione es necesaria tu colaboración, tanto en las actividades generales como en aquellas que atañen directamente a tus hijos.
Necesitamos que acompañes a tus hijos en la práctica del baloncesto, que nos ayudes a que asuman los valores del baloncesto y a que respeten las reglas de este deporte.
Incúlqueles la necesidad de respetar al Club y a sus reglas, a los entrenadores y a sus compañeros, tanto en el campo como fuera de él, así como en su comunicación con terceros (especialmente, en relación con esto último, cuando utilice las redes sociales o internet).
Para todo ello es imprescindible que ayudes a los entrenadores y a la directiva.
Debes ser un ejemplo para tus hijos, manteniendo la cordura y las buenas costumbres, tanto con el estamento arbitral como con los equipos contrarios o sus familiares, y colaborando para evitar enfrentamientos o crispaciones en cualquier caso.
Sé crítico con el Club, no te calles si crees que atentan contra tu dignidad o la de tus allegados más cercanos, pero para ello, utiliza el procedimiento interno que está establecido en nuestras normas.
Respeta siempre a los jugadores, entrenadores y al propio Club cuando utilices las redes sociales.
Asiste a las reuniones informativas o formativas del club, y facilita que tus hijos acudan a las actividades organizadas por el mismo.
Colabora en el cuidado de los campos de entrenamiento, sin los cuales no podremos funcionar. Recuerda que las instalaciones deber estar siempre en óptimas condiciones de uso (limpieza, material, etc.), para poder ser utilizadas por otras personas en días sucesivos o continuos.
Colabora con el entrenador
Reconoce la importancia del entrenador y sé consciente de tu papel para que él consiga sus objetivos. No le critiques delante de los jugadores (si estás descontento en ese sentido sigue el procedimiento establecido por el Club).
Respétale como respetas a los formadores de tus hijos, porque en definitiva ellos son responsables, al igual que tú de su formación.
Contribuye a que el jugador sea puntual y cumpla con las reglas establecidas por el entrenador. No comuniques criterios técnicos o tácticos durante los partidos.
Colabora con los árbitros
Sin árbitros no podría haber partidos. Tu comportamiento y respeto hacia los árbitros debe ser ejemplar.
No cuestiones sus decisiones delante de tus hijos. Tolera sus equivocaciones.
Ayúdale a que cumpla con su función.
Ten en cuenta que, al igual que tus hijos, en muchas ocasiones, sobre todo en minibasket, los árbitros y auxiliares están en edad de formación, con poca experiencia y aprendiendo. Imagina que tus hijos quieran ser árbitros el día de mañana y piensa como te gustaría que fueran tratados.
Pero, y sobre todo, colabora con tus hijos
No seas un padre chillón, ni pretendas ser el entrenador, ni desinteresado, ni sobre-protector. No pierdas nunca los nervios. Sé un padre/madre formador(a), consciente de tu importancia. Deja que los jugadores sean los protagonistas; ellos hacen deporte para su formación y diversión, no para cumplir tus ambiciones. Controla tus emociones y evita las
críticas e instrucciones durante los entrenamientos o partidos. Enseña a ganar con humildad y a perder con deportividad.
Escucha a tus hijos con atención e interés cuando te hablen sobre la práctica del baloncesto, pero evita estar todo el día hablando de ello; háblale también de otras cosas. Muéstrele comprensión y apoyo cuando pase por un mal momento; escuchar y comprender es mucho más útil que opinar sobre lo que te cuenta o lo que ha ocurrido.
Ayúdale a compatibilizar su actividad escolar y deportiva, mostrando interés por sus estudios y ayudándole a planificar bien su tiempo.
Promueve un uso correcto y responsable de las redes sociales informándole de su utilidad y riesgos, y de la necesidad de respetar al Club, a los entrenadores, a sus compañeros, al resto de equipos y, en definitiva al Baloncesto, cuando hacen uso de ellas.
Colabora para que asuma la importancia del equipo; el esfuerzo y la dedicación como equipo son más importantes que la victoria en sí misma. No critiques a sus compañeros. Aplaude todas las buenas jugadas, independientemente de quién las realiza. No valores el resultado de un equipo por la actuación de tus hijos.
Evita recriminar, compadecer o proteger en exceso a tus hijos. Permite que tomen sus propias decisiones.
Comprende sus limitaciones y valora su dedicación, el esfuerzo y su actitud positiva, más que sus logros. Felicita cordial y sinceramente a los jugadores por las mejoras conseguidas. Muestra optimismo respecto a su aprendizaje.
Demuéstrale que te importa más que se divierta que los resultados. Acepta los triunfos y las derrotas sin presionarles para obtener buenos resultados. Nunca debes menospreciar o gritar a tus hijos por sus errores. Que sientan tu apoyo es muy importante, especialmente en los peores momentos.
Piensa que tus hijos tienen derecho a no querer ser campeones.
No utilices un lenguaje sexista, discriminatorio o que suponga una falta de respeto a la dignidad humana.
Y por último, no promuevas la violencia verbal ni física.